Tus creencias impactan en el resultado de tu cuerpo por lo que si quieres cambiar tu cuerpo debes empezar por cambiar tus pensamientos. La mente es tan poderosa que puedes lograr casi todo en lo que creas.

Si crees que lo puedes lograr así será, si crees que no puedes, así será.

En mi libro “Ahora sí baja de peso” hablo de casos en los que se mal diagnostica a un paciente y éste se queda con la idea de que tiene alguna enfermedad terminal; estos casos se conocen como falso positivo.  Los resultados de los estudios que hacen los médicos no son siempre 100% acertados y pueden dar un resultado positivo a una enfermedad aun cuando el paciente esté completamente sano, esto no necesariamente es negligencia médica.  Hay estudios muy sensibles que pueden dar o un falso positivo o un falso negativo; que es cuando el paciente sí está enfermo pero los análisis indican lo contrario.

En ambos casos la mente juega un papel importantísimo en el desarrollo de la supuesta o real enfermedad.  Ya he hablado del poder de la mente para crear salud en la entrada del blog: Piénsalo, lógralo.

Así como puedes crear salud modificando tu forma de pensar, puedes crear tu cuerpo ideal cambiando tus pensamientos.

La mente controla al cuerpo y hay muchos estudios que respaldan esto.  En un estudio, se dividió a los participantes en 2 grupos y a cada grupo se le dio la misma malteada (batido).  Al grupo 1 se les dijo que la malteada tenía 620 calorías y al grupo 2 les dijeron que tenía 140 calorías.  La realidad es que era una malteada de 380 calorías.  A ambos grupos se les midieron los niveles de grelina antes y después de tomar la malteada; la grelina es la hormona encargada de balancear el apetito. El grupo que tomó la malteada pensando que tenía 620 calorías tuvo niveles mucho más bajos de grelina y se sentían mucho más satisfechos que quienes pensaron que tomaban una de 140 calorías.  En el grupo 1 el sólo hecho de pensar que estaban tomando una malteada muy calórica hizo que la hormona que regula el apetito se redujera  3 veces más que en el grupo 2 donde pensaron que estaban tomando una malteada ligera. La creencia, el pensamiento, influyó en la reacción química del cuerpo, asombroso ¿no?

El cuerpo no sólo responde a lo que comes sino a lo que crees que comes.

De la misma forma como el cuerpo respondió a esa creencia es como responde a cualquier otra.  Cuando la mente manda una señal, el cuerpo responde sin cuestionar;  el reto aquí es aprender la forma en cómo mandar la señal adecuada al cuerpo.  Una de las herramientas más usadas para comunicarte eficazmente con el cuerpo es la meditación.

Mejora tu rendimiento

Muchos atletas profesionales meditan para mejorar su nivel de juego, al meditar con la técnica de mindfulness (conciencia plena) se enfocan en el momento presente y el resultado es que juegan mucho mejor.

Los atletas buscan llegar a “la zona” que es un estado mental en donde no importa ganar o perder, sino estar en el momento presente, envueltos en su juego sin juicios mentales.

El equipo de Seattle atribuye gran parte de su éxito cuando ganó su primer Super Bowl en 2014, a su práctica de meditación (artículo).

La meditación para estar al 100% en el presente es una herramienta extraordinaria para cuando practicas  un deporte que requiere de tu total concentración.  Por otro lado, lo que ha dado unos resultados sorprendentes para mejorar el entrenamiento es la visualización.

La meditación es diferente a la visualización, al meditar enfocas tu atención en una sola cosa como la respiración o tus 5 sentidos; eso eleva la capacidad de concentración y te mantienen en el momento presente.  Cuando meditas no necesariamente visualizas.

La visualización es una técnica probada que se basa en enfocarse en imágenes mentales positivas para lograr una meta en particular.  Es tan poderosa porque impacta el subconsciente, el que sin que nos demos cuenta nos empieza a guiar en la dirección de nuestros pensamientos.

Entrar en un estado meditativo antes de visualizar es lo más efectivo, pero se puede visualizar y tener excelentes resultados sin estar haber pasado por ese estado meditativo.

Un estudio realizado por el Dr. Blaslotto con un grupo de estudiantes en la Universidad de Chicago, comprobó el poder de la visualización en la práctica del basquetbol.

Dividió al azar a un grupo de estudiantes que jugaban basquetbol, en 3 grupos.  El primer grupo no entrenó durante 30 días, el segundo practico tiro libre por media hora durante 30 días y el tercero se visualizó haciendo tiros libres perfectos, media hora por 30 días.  Como era de esperarse el grupo 1 no mejoró nada, el grupo 2 mejoró en un 24% y el grupo 3, el que únicamente se visualizó haciendo tiros perfectos, mejoró en un 23%.  La mejora en el juego del grupo que solamente visualizó fue casi la misma que el grupo que entrenó los 30 días por media hora.

Los atletas más exitosos usan el poder de la visualización todos los días para lograr metas profesionales y personales. 

Tiger Woods visualiza siempre tiros perfectos antes de sus juegos y Michael Jordan se visualiza haciendo el tiro ganador miles de veces antes de hacerlo realmente en la cancha.

Hay varios estudios como el del basquetbol con diferentes objetivos; desde mejorar en deportes (estudio), en música (estudio), para recuperarse después de un infarto (estudio, estudio) o para atletas olímpicos que buscan tener mejores resultados (estudio).

En este meta análisis se revisaron 21 estudios y se concluye que hay una mejora significativa en la forma de realizar cualquier habilidad motora cuando se hace una práctica mental de visualización.

Visualización y entrenamiento.

Creo que queda claro que la mente es el músculo más poderoso.

La visualización de la que hablo no es la de imaginarte durante la meditación como una persona fuerte, sana y poderosa sino la de visualizarte haciendo ciertos movimientos (correr, cargar, caminar).  Si lo que quieres es mejorar tu forma de entrenar te debes visualizar haciendo, con la técnica correcta, los movimientos que quieres mejorar.  Los estudiantes del estudio del basquetbol sabían la técnica del tiro libre.

Yo tengo comprobadísimos los resultados de este tipo de visualización.  La primera vez en mi vida que esquié en nieve fue como a los 20 años, que no es la edad ideal para aprender a hacerlo pues es mejor aprender de niño.  Mal esquié un par de días pues pasé gran parte de mi tiempo levantándome de una caída tras otra; obviamente no me gustó, y como no vivo en una zona en donde puedo practicar tuve la excusa para no volver a hacerlo.  Muchos años después regresé a esquiar; el primer día me costó muchísimo trabajo bajar la montaña, me caí desde que bajé de la silla y realmente rodé casi toda la bajada. Como sabía que iba a estar ahí una semana y, o esquiaba o me encerraba a leer, decidí tomar mi primera clase de esquí después de haber rodado por la montaña toda la mañana.  Aprendí la técnica y ese día en la noche me puse a ver videos de personas esquiando.  Antes de dormirme y de nuevo al día siguiente en la mañana durante mi meditación, me visualicé esquiando como por 10 minutos; repitiendo la técnica, disfrutando de la bajada, sintiendo el aire en la cara, oliendo los pinos, etcétera. Sin tomar otra clase, desde la mañana del segundo día pude bajar la montaña con suficiente control y lo mejor de todo ¡sin rodar ni una sola vez!. Todos los días que estuve ahí, en mi meditación agregué una visualización esquiando, y para cuando terminó mi viaje ya bajaba fluidamente por muchas de las pistas más difíciles. Ahora cada vez que voy a ir a esquiar me visualizo haciéndolo desde unos días antes.  Lo increíble es que cada vez que voy, desde el primer día, soy mucho mejor esquiadora que en el viaje anterior a pesar de que esquiar en nieve es algo que práctico a lo mucho una semana cada 2 años.

Las visualizaciones me ayudaron muchísimo pues con muy muy poca práctica he llegado a esquiar bastante bien y créeme, no soy de esas personas a las que naturalmente se les dan bien los deportes; cuando alguien me avienta un balón 9 de cada 10 veces le pega a la persona que está atrás de mi cuando la pelota se me escurre entre las manos.

Para mejorar la práctica debes conocer la técnica, visualizarte haciendo el movimiento que quieres mejorar, observando todos los músculos y articulaciones que coordinados apoyan ese movimiento.  Por ejemplo, los músculos de los pies, piernas, abdomen y espalda que necesitas coordinar para hacer una buena sentadilla así como los tobillos, rodillas y cadera.  De esta forma puedes lograr rápidamente la coordinación muscular y mejorar la fuerza y velocidad para tu entrenamiento.

Para dominar la práctica debes conocer la técnica.

Igual que el entrenamiento, este tipo de visualización requiere de mucha repetición para que la mente reciba el mensaje y se guarde el movimiento en la memoria del músculo, pero los resultados los vas a ver desde el primer día.

Visualizar te ayuda a tener la energía y confianza para hacer entrenamientos de más tiempo.  Si visualizas unas horas después de entrenar vas a mantener circulando por el cuerpo las hormonas de recompensa que se activan con el ejercicio, para que todo el día te sientas positivo, alegre, con confianza y mucha autoestima.

La visualización es una poderosa herramienta para el entrenamiento con peso (estudio) que te da resultados bastante más exitosos que si únicamente entrenaras.

Hay muchas otras formas de dominar tu mente, encuentra aquí “19 trucos para dominar tu mente y ganar calma” si quieres saber más de este tema.

Con la visualización como complemento a tu práctica, logras más cambios físicos.

Cuando ves a alguien visualizarse haciendo ejercicio es común que veas cómo sus músculos se contraen en micro movimientos que el cuerpo interpreta como el movimiento real y completo, por lo que activa las células de recuperación; los resultados pueden ser tan asombrosos como quieras.

Al visualizar no sólo debes usar el ojo de la mente sino todos los sentidos.  Escucha el ruido del lugar en donde entrenas, siente el aire, la pesa, los tenis, la ropa de ejercicio y lo más importante, siente el gusto de estar haciéndolo bien, el placer que te da llegar a la meta que quieres, reconoce el olor del triunfo y detecta el sabor de boca que da el éxito.

Un objetivo claro con una emoción fuerte es la base de la visualización creativa.

Proceso para visualizar un movimiento o técnica

1. Visualiza lo que vas a hacer, la meta que quieres obtener. Imagínate logrando la meta y enfócate en lo que ves, lo que escuchas, en el olor, en lo que sientes físicamente y en el sabor de tu boca. Enfócate especialmente en tus emociones, en la satisfacción o el sentimiento que sabes que vas a tener al lograr la meta por la que has trabajado, el sentimiento de objetivo logrado.

2. Justo antes de hacer el ejercicio visualízate haciéndolo con éxito, y conecta con tu sentimiento de objetivo logrado.

3. Visualiza (con ojos abiertos) y siente el éxito al momento de estar ya haciendo el movimiento.

4.  Al terminar repítelo en tu mente, corrige problemas, agrega más peso o hazlo más rápido. Si identificaste un problema imagina que lo haces otra vez pero ahora sin ese problema.

En su libro: Peak Performance: Mental Training Techniques of the World’s Greatest Athletes, Charles Garfield habla del estudio que conoció de investigadores Soviéticos en Milán.  En este estudio dividieron en 4 grupos a atletas soviéticos de clase mundial que habían entrenado por  varias horas cada semana:

Grupo 1: 100% entrenamiento físico.

Grupo 2: 75% entrenamiento físico y 25% entrenamiento mental.

Grupo 3: 50% entrenamiento físico y 50% entrenamiento mental.

Grupo 4: 25% entrenamiento físico y 75% entrenamiento mental.

Cuando compararon a los 4 grupos, poco antes de las olimpiadas de invierno de 1980, el grupo 4 había mejorado significativamente mucho más que el grupo 3 y obviamente más que el 2 y considerablemente más que el 1.

Un entrenamiento mental bien hecho puede ser más poderoso que el entrenamiento físico.

Claro que hay que tomar en cuenta que este estudio se hizo con atletas de clase mundial que dominaban la técnica y la práctica.  En este caso es muy lógico que hayan podido activar la mente muscular sin tener que entrenar tanto.

Créelo

Durante el día tenemos de 60,000 a 70,000 pensamientos; varios estudios dicen que el 90% son pensamientos negativos y casi todos son los mismos del día anterior.  Esto es realmente preocupante si te pones a pensar que cada vez que repetimos un pensamiento estamos reforzándolo a nivel neuronal, cada vez las conexiones neuronales que se activan con ese pensamiento se hacen más y más fuertes hasta que activamos esa red neuronal sin darnos cuenta.

Estos pensamientos negativos te deprimen,  te hacen ver todo de forma negativa (estudio) y forman creencias auto limitantes que te alejan de cualquier posibilidad de éxito.

Los pensamientos negativos como “yo no puedo hacer eso”  o el típico que llega durante el ejercicio “ya me cansé, ya no puedo más” cuando realmente si puedes, o los autodestructivos como “yo no sirvo para esto” , son los que no te permiten lograr tus metas.

La vida de una persona es lo que sus pensamientos hacen de ella. – Marco Aurelio

Para visualizar y obtener resultados debes creerlo, saber que tu visualización te va a dar resultados y no permitir que te ganen los pensamientos negativos.

Cuando tengas un pensamiento negativo o autodestructivo ya sea durante la visualización o durante la práctica obsérvalo, al hacerlo consciente lo desactivas; y transfórmalo en un pensamiento positivo.  Por ejemplo, cambia el “ya no puedo más” por “entre más me esfuerzo más me lleno de dopamina, energía y felicidad”.

Reto

Date la oportunidad de practicar la visualización y enfócate en cambiar todos los pensamientos negativos que identifiques por pensamientos positivos durante 30 días, aun si dudas de los resultados a pesar de todos los estudios que hay.  Hazlo sin juzgar, como experimento, y te puedo garantizar que antes que terminen los 30 días esta técnica de visualización va a formar parte de tu entrenamiento.

Quien conquista a otros es fuerte, quien se conquista a sí mismo es poderoso. – Lao Tsu

Uno pensaría que la meditación y la visualización son únicamente una práctica cerebral y espiritual pero no es así, entre más las practicas los beneficios intangibles se empiezan a revelar de forma física, pues éstas prácticas te mantienen en el presente y guían tus acciones hacia lo que deseas y no hacia lo que se te antoja de momento; por lo que es poco probable que te comas una bolsa de papas si estas con tu mente y cuerpo aquí y ahora enfocados en tu meta.

Los campeones no se hacen en los gimnasios o en las pistas, los campeones tienen algo dentro de ellos; una visión.